Y el tiempo pasó tan rápido,
como la brisa de aquellos besos
que tanto se han hecho esperar
para convertirse
dos seres en uno solo
muriendo con las caricias,
las dulces palabras,
y aquellos susurros
que tanto estremecen
al despedirse
con un beso delicioso
que promete el deseo
de volver a encontrarse.
Un pequeño fragmento que retrata
aquel viejo adagio de pasión.
El encanto de cada abrazo
y la razón de cada fin.
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